YAYOI KUSAMA
lo consigue con su Infinity Mirrow Room...
Una de las obsesiones permanentes de esta artista ha sido la representación del espacio infinito.
Usó los espejos por primera vez en la instalación Infinity Mirrow Room- Phalli’s field (Habitacion de espejo infinito: campo de falos) de 1965, y desde entonces las superficies reflectantes se han convertido en un elemento recurrente de su obra. En la ultima decada se ha creado muchos de estos entornos a gran escala en los que los espectadores pueden internarse.
Usó los espejos por primera vez en la instalación Infinity Mirrow Room- Phalli’s field (Habitacion de espejo infinito: campo de falos) de 1965, y desde entonces las superficies reflectantes se han convertido en un elemento recurrente de su obra. En la ultima decada se ha creado muchos de estos entornos a gran escala en los que los espectadores pueden internarse.
Para esta exposición que tuve el placer de ver la semana pasada en el museo Reina Sofia de Madrid, Kusama ha diseñado una nueva Infinity Mirror Room, invitando al observador a dejar en suspenso la percepción de su propio yo y a acompañarla en su viaje permanente hacia la propia obliteración.
Fascinantemente, con este infinity room, Kusama nos da una lección de lo amplia que puede parecer una habitación de 12m2. La habitación esta perimetralmente revestida de espejos, parte del suelo esta cubierto de agua y el techo tiene un tratamiento reflectante, en la oscuridad haciendo brillar solo diminutas lamparas cilíndricas, colgadas a diferentes alturas, que van cambiando de color, este diminuto espacio parece infinito.
I,m Here, but Nothing (Estoy aquí, pero nada)
otra de las salas diseñadas por Kusama para esta exposición,
es un interior domestico con accesorios y muebles sencillos y anodinos, sin embargo, esta imagen de estabilidad burguesa se convierte en algo surrealista y extraño. La habitación y todos sus muebles estan cubiertos con puntos adhesivos fluorescentes que brillan en luz tenue.
es un interior domestico con accesorios y muebles sencillos y anodinos, sin embargo, esta imagen de estabilidad burguesa se convierte en algo surrealista y extraño. La habitación y todos sus muebles estan cubiertos con puntos adhesivos fluorescentes que brillan en luz tenue.
Esta exposición temporal se puede visitar hasta el 12 de septiembre 2011, en el Edificio Sabatini.